DAVID GARCÍA
La fotografía deportiva es una de las disciplinas más complicadas dentro dentro del mundo de la imagen fija. Requiere de una destreza y experiencia por parte del fotógrafo para que el resultado sea óptimo. Especialmente cuando hablamos de fotografías profesionales.
¿Cómo se consiguen esas imágenes tan nítidas y enfocadas? ¿Qué necesitamos para conseguir esas instantáneas que vemos en la prensa deportiva? Voy a darte una serie de consejos y trucos que te ayudarán a mejorar tus resultados, y tus imágenes empiecen a parecerse a las de los grandes fotógrafos de deporte.
Sí, normalmente, si hablamos de deporte hablamos de velocidad y rapidez. Hay algún deporte estático, pero son los menos. Baloncesto, fútbol o atletismo son deportes donde los jugadores se mueven continuamente. Y si has probado a hacer fotografías en este tipo de deportes, es normal que hayan quedado movidos los deportistas.
Uno de nuestras metas en este tipo de imágenes es conseguir que los jugadores salgan congelados. En los grandes medios deportivos, no verás al futbolista difuminado. No, es necesario que quede fijo.
Y, ¿cómo lo podemos conseguir? Fundamental es colocar una velocidad de obturación rápida. Podemos disparar en modo manual o en modo de prioridad a la velocidad. Y el parámetro de la velocidad colocarlo en 1/1000 segundo. El valor exacto dependerá del deporte que estemos fotografiando, del ángulo de visión que tengamos y de la longitud focal de nuestro objetivo, pero puede ser una media en la que nos podemos situar.
Luego ya, evidentemente, tenemos que colocar los parámetros adecuados en la abertura del diafragma en la sensibilidad ISO para la imagen quede correcta nivel de luz. De manera habitual, trabajaremos con el diafragma muy abierto para no tener que subir en exceso el ISO. Pero todo dependerá también de la intensidad de luz que tengamos en la escena.
Cuando algo está en movimiento, es difícil enfocar. Si utilizar el enfoque automático, en cuestión de milisegundos puede haber cambiado de lugar y no va a ser un enfoque lo suficientemente preciso.
Por lo tanto, configurar bien el enfoque es vital. En este sentido, existe un tipo de enfoque automático, conocido como AI Servo, que está desarrollado para enfocar elementos en movimiento. Es perfecto para fotografía deportiva.
El funcionamiento es sencillo y complejo a la vez. Cuando enfocamos el objeto con este enfoque activado, la cámara se encarga de mantener el enfoque aunque la distancia varíe. Así no tenemos que estar continuamente enfocando, sino que ya sólo nos tenemos que centrar en disparar y hacer la fotografía.
De manera inevitable, seguro que no vamos a poder estar muy cerca de donde se celebra la competición. Por lo tanto, vamos a necesitar un teleobjetivo para realizar las fotografías. Lo normal es tener al menos un objetivo zoom 70-200 milímetros, que no puede faltar en la mochila de cualquier fotógrafo deportivo.
Luego ya, podríamos hablar de objetivos 300, 400 u 800 milímetros según el grado de alejamiento y lo que queramos fotografiar. Pero son objetivos muy caros. Por lo tanto, al menos un 200.
Si queremos planos generales, es bueno tener a mano un objetivo angular de tipo 16, 20 o 24 milímetros.
¿Cuál es la cámara ideal para fotografiar deporte? Por ahora, diría que una cámara réflex. Son robustas, enfocan bien y suelen tener mucha rapidez de disparo. Puedes hacer varias fotografías por segundo.
Las cámaras réflex, ya sean Canon o Nikon, están muy contrastadas dentro de la fotografía profesional, y son los modelos idóneos. Es verdad que es un tipo de fotografía muy exigente, y cuanto más profesional sea, mejor. Va a enfocar más rápido, y eso se nota.
Eso sí, las cámaras mirroless están acercándose a pasos agigantados al reinado deportivo de las réflex. No serían cámaras a descartar, aunque yo todavía me sigo quedando con las réflex.
Seguro que la mayoría de fotografías vas a intentar que queden con el deportista congelado y correctamente expuestas. Pero también hay que ser creativo. Primero, eso sí, un fotógrafo de deportes no se puede despistar. Hay que estar atento ya que en cualquier momento puede suceder algo importante, y perdértelo.
Y luego, aprovechar determinados instantes para probar y hacer cosas diferentes. Jugar con los contraluces, intentar también lograr imágenes con movimiento, jugar con el flash, estelas de los deportistas, detalles… son las fotografías que pueden marcar la diferencia, y nos harán destacar de entre el resto. Para ello, hay que dominar la técnica al máximo, y arriesgar para hacer cosas distintas.
Espero que estos consejos te sirvan para mejorar tus imágenes deportivas. Desde luego, ante todo, practicar y practicar. Como cualquier otra disciplina que afronta un fotógrafo de retrato corporativo o un fotógrafo para empresas.
DAVID GARCÍA
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