Cómo preparar una vivienda para una sesión de fotografía inmobiliaria

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David García-Amaya

Fotógrafo y divulgador de la fotografía.

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La primera imagen que un comprador ve en un portal determina si continuará leyendo el anuncio o se marchará al siguiente piso de la lista. Por muy buena que sea la óptica o el sensor de la cámara, una estancia desordenada seguirá pareciendo pequeña y oscura. Por eso la preparación previa vale casi tanto como la sesión en sí. A lo largo de los próximos párrafos encontrarás un método probado —pensado para particulares y agencias— que maximiza la luz, la amplitud y la calidez sin necesidad de reformas costosas.

Y se basa en mi experiencia como fotógrafo profesional para inmobiliarias. Me he encontrado viviendas que son un verdadero caos y el resultado influye en la imagen final. Seguir estos consejos de prepración para a repercutir en facilitar la labor del fotógrafo y que el resultado conseguido sea mejor.

Fotografía de salón

El poder del orden y la limpieza

Un salón impecable transmite cuidado y, sobre todo, espacio. Empieza retirando objetos que visualmente “pesen” y distraigan la atención: mandos, juguetes, cables sueltos y colecciones personales. No se trata de vaciar la estancia, sino de quedarte con lo esencial para que el futuro comprador pueda imaginar su propia vida allí. Una limpieza de vitrinas y suelos no solo elimina manchas; también reduce los reflejos que la lente captará cuando la luz rebote sobre superficies brillantes. Conviene hacerlo el día anterior para evitar prisas de última hora y poder ventilar largo rato.

— Limpia encimeras, cristales y marcos de puertas con productos sin amoníaco para evitar velos blanquecinos.
— Aspira alfombras y sillones para prevenir esas pelusas que el sensor tan bien registra.
— Ordena libros en la estantería con huecos equilibrados: demasiados volúmenes agobian, muy pocos empobrecen la sensación de calidez.

Despersonaliza sin borrar la personalidad del hogar

Despersonalizar no equivale a dejar un piso piloto sin alma. El reto consiste en hallar un equilibrio: suficiente neutralidad para que cualquiera se proyecte en la vivienda y la dosis justa de vida para que no parezca un decorado. Guarda las fotos familiares, pero deja un cuadro abstracto o una planta viva que aporte frescura.

— Sustituye toallas de colores por otras blancas y mullidas; en la imagen dan sensación de spa.
— Cambia la colcha estampada por una funda lisa de tonos suaves; el ojo humano agradece superficies continuas.
— Retira imanes y notas de la nevera; la cocina ganará orden instantáneo.

Luz natural como protagonista

La luz lo es todo en fotografía inmobiliaria. Un buen profesional equilibrará temperaturas con flashes y difusores o en la parte de edición, pero cuanto más natural sea la base, mejor resultado obtendrás. En función de la situación de la vivienda, se programará la sesión a la hora cuando el sol lateral entra suave y uniforme.

— Abre todas las cortinas e incluso retira visillos si filtran demasiado.
— Comprueba cada bombilla: temperaturas de 3 000 K son ideales para armonizar con la luz exterior, y jamás dejes lámparas medio fundidas.
— Levanta persianas por completo; si la vista exterior es poco atractiva, el fotógrafo la suavizará con la exposición adecuada o la sustituirá en posproducción. También puede ser una opción sobreexponer el exterior si no es atractivo.

Vistas de una vivienda

Home staging exprés que eleva la percepción de valor

El home staging tradicional habla de alquiler de mobiliario y semanas de trabajo, pero existen gestos rápidos que cuestan poco y valen mucho. Un jarrón con eucalipto aporta color y verticalidad; una manta doblada sobre la butaca invita a imaginar tardes de lectura; una alfombra ligera define el estar sin saturar el espacio.

— Elige paleta neutra: beige, gris perla, blanco roto.
— Introduce un único punto de color, mejor orgánico (una planta, un cuenco con limones).
— Añade texturas suaves —madera clara, lino, algodón— que la cámara interpreta como confort.

Consejo práctico: si prefieres concentrarte en la negociación con los compradores y dejar la puesta en escena a un experto, recurre a un fotógrafo inmobiliario que incluya asesoramiento decorativo.

Detalles que los portales premian

Los algoritmos de Idealista o Fotocasa priorizan imágenes horizontales, nítidas y coherentes en color. Un pequeño esfuerzo adicional puede hacer que ese posicionamiento interno empuje tu anuncio varios puestos arriba.

— Fotografías del exterior: limpia barandillas y coloca dos sillas con cojines a juego en la terraza; la vida al aire libre vende más desde 2020.
— Zonas comunes: si la finca tiene piscina o jardín, pide permiso a la comunidad para fotografiarlos; suman valor real al anuncio.

Preguntas frecuentes que suelen surgir

¿Cuánto dura realmente la sesión? Un piso de 70 m² requiere entre una hora y hora y media; un chalet grande puede llegar a tres horas si se incluyen jardines y piscina.
¿Conviene retirar todos los muebles? No. Los muebles ayudan a proporcionar escala en la imagen. Basta con liberar superficies y dejar que el espacio “respire”.
¿Se puede fotografiar con mascotas? Es posible, pero lo ideal es que estén fuera de casa para evitar que aparezcan pelo suelto o bebederos en plano.

Hall de Entrada a un Edificio

La escena perfecta vende antes

Preparar una vivienda para una sesión de fotografía inmobiliaria exige planificación, pero el retorno justifica cada minuto invertido: publicaciones con más clics, visitas más cualificadas y conversaciones de precio con menos margen para la negociación a la baja. Si aspiras a que tu próximo anuncio destaque desde el primer segundo, apuesta por la combinación de orden, luz y detalles cálidos que acabas de leer. Ya realices tú mismo las fotografías o contrates a un profesional.